¿Qué es el verbo?
El verbo en la oración es la palabra que indica la acción. Ejemplo: Carmen corre todas las mañanas. La única acción que se utiliza es “corre” porque habla sobre algo que hace Carmen todas las mañanas.
Ahora bien, un verbo se compone de dos partes:
Un lexema: que es la parte que contiene su significado principal o raíz, excluyendo los prefijos y sufijos. Es la parte básica de la palabra que no cambia su significado al agregar prefijos o sufijos.
Los morfemas: son las partes más pequeñas de una palabra que tienen un significado gramatical o léxico. Pueden ser prefijos, sufijos o raíces, y se combinan para formar palabras.
Veamos un ejemplo claro de ello:
Cuando utilizas el verbo cantar en diferentes oraciones, es necesario adaptarlo al contexto.
En la oración: «Nosotros cantamos alegremente», la única parte del verbo que se mantiene intacta es «cant», ese es el lexema. Mientras que la parte final cambia a «amos», el morfema, porque estamos usando el pronombre «nosotros»
La frase no se podría entender si mantenemos el verbo en infinitivo: «»Nosotros cantar alegremente», sonaría muy extraño.
Verbos terminados en ar, er, ir
A los verbos terminados en ar, er, ir se les llama Verbos en infinitivo y cumplen con la función de hablar de la acción, no dan idea del contexto ni tampoco se adapta a ningún pronombre.
Ejemplos de verbos en infinitivo:
- Comer bien nos mejora la salud.
- Conducir en estado de embriaguez trae consecuencias.
- Me gusta correr bajo la lluvia.
- Se puede estudiar y trabajar al mismo tiempo.
Como podemos observar todos los verbos se mantienen en infinitivo, es decir, su forma original. No hay ningún pronombre que los obligue a cambiar esa parte final, de hecho, no tienen morfemas y no hay más información sobre si el tiempo de las oraciones es pasado, presente o futuro. Es muy neutro.